La carretera de la costa CG-500 a Mogán: una actualización

Las carreteras bordean casi por completo la pequeña isla de Gran Canaria. El progreso ha construido rutas más grandes y directas, dejando muchas de las antiguas carreteras costeras tranquilas e ideales para el disfrute de los ciclistas. También sirven de enlace para el tráfico más lento y los lugareños.

Lamentablemente, una de estas carreteras costeras, la GC-500, que conecta con la ciudad situada más al suroeste, Puerto de Mogán, lleva dos años cerrada.  

No sólo esta pintoresca ciudad portuaria era un destino popular, sino que las carreteras que serpentean por las montañas más allá de ella son algunas de las más fantásticas de la isla, incluyendo el propio "mini Stelvio" de Gran Canaria, el Serenity, o el sobrecogedor "valle de las lágrimas".

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Fue en julio de 2017 cuando una madre con sus hijos escapó por los pelos de los desprendimientos iniciales, y las obras de reparación estaban muy avanzadas cuando en septiembre de ese año se desplomó otra cascada de rocas.

Dos años más tarde, se habla de un nuevo túnel de 263 m de longitud, e incluso de una propuesta para convertir la carretera en una instalación recreativa exclusiva para peatones y ciclistas, pero todo ello ha quedado descartado por la construcción de un muro que sugiere que, de momento, lo que se lleva es barrer las alfombras.

Por suerte, hay una forma alternativa de pasar: nuestra lanzadera de bicicletas / coche de servicio está preparada para transportar grupos más allá del bloqueo, ¡abriendo el oeste de la isla para su disfrute!

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